Ansiedad

La ansiedad se caracteriza por la experimentación de síntomas muy variados tanto a nivel físico, afectivo, de conducta o pensamiento, vividos de forma anticipada a una situación.

Así, algunos de los síntomas de la ansiedad pueden ser: tensión física, nerviosismo, inquietud, palpitaciones, ahogo, irritabilidad, impaciencia, evitación de situaciones, pensamientos negativos de incapacidad para afrontar una situación, miedo a que suceda lo peor, bloqueo del pensamiento, falta de capacidad para concentrarse o insomnio.

La respuesta de ansiedad, puede ser una respuesta adaptativa y útil en algunos momentos de nuestra vida, cuando nos enfrentamos a situaciones que suponen un riesgo real para nosotros. La respuesta de ansiedad no deja de ser la preparación de nuestro organismo para defendernos ante una situación que nosotros estamos percibiendo y valorando como amenazante, ya sea huyendo o paralizándonos.

La ansiedad se convierte en un problema cuando aparece en momentos en los que no se está dando ese riesgo para la persona, y es la percepción distorsionada de la situación o nuestro pensamiento el que está generando esa respuesta.

Para superar la ansiedad es necesario tomar consciencia de qué la está originando, que situación, que pensamientos hay detrás de esa activación física y si es una repuesta que nos ayuda a resolver la situación o en cambio nos bloquea o nos aísla, provocando más daño. Desde esa consciencia podemos aprender a manejarla hasta poder superarla.

​

A través de la terapia cognitivo-conductual integrada con Mindfulness, tenemos una buena herramienta para conseguir afrontar y superar la ansiedad, tomando conciencia del presente, del contenido de nuestro pensamiento y de nuestras conductas, aprendiendo a tener más control sobre ellos y no vivir en piloto automático continuamente.