Blog Post

¡A DORMIR!

Trinidad Armenteros • mar 23, 2019

Dormir, sin lugar a duda es una acción necesaria. La calidad y cantidad de sueño diaria afecta a nuestro rendimiento diario habitual y a nuestra calidad de vida; el dormir mal, nos produce somnolencia, fatiga, falta de concentración, alteración de la atención, la memoria y afecta a nuestro humor, produciéndonos a menudo irritabilidad.

Durante el sueño nuestro cuerpo va descargando el cansancio acumulado durante el día, se producen procesos de reparación de tejidos mediante la secreción de hormonas anabólicas y la supresión de hormonas catabólicas como el cortisol originadas en el estrés diario. Nuestro cuerpo se regula a nivel endocrino, inmunitario o metabólico. Se consolidan aprendizajes del día, integrándose nuevas memorias en nuestras memorias ya existentes, especialmente las de contenido emocional.

La calidad de nuestro sueño se puede ver afectada por enfermedades físicas, especialmente las que cursan con dolor y psiquiátricas como la ansiedad y la depresión, determinados fármacos y el consumo de sustancias adictivas. Los factores socioambientales como el estrés laboral o familiar también influyen, así como nuestro estilo de vida.


¿Como podemos mejorar la calidad de nuestro sueño?

Ante las dificultades para dormir, los fármacos son una solución que funcionan a corto plazo, pero no a medio y largo plazo, porque no contribuyen a modificar los hábitos y conductas que pueden estar detrás de las alteraciones del sueño y habitualmente crean dependencia (del fármaco) además de tolerancia a las dosis tomadas, por lo que se debe ir aumentando la dosis para obtener el mismo resultado, siendo difícil su retirada.

Por otro lado, la intervención psicológica basada en la terapia cognitivo conductual orientada al insomnio, es un tratamiento efectivo que incide en cambios en el estilo de vida y conductas de la persona, favoreciendo una mejora del sueño más consolidada en el tiempo. La terapia psicológica comienza con una evaluación del trastorno del sueño a través de la historia clínica de la persona y de registros de diferentes parámetros del sueño y se interviene combinando diferentes técnicas basadas en crear nuevos hábitos durante el tiempo de sueño, a la hora de dormir y durante el día, combinándolos con técnicas de relajación.


Algunos consejos para mejorar la calidad del sueño:


  • Evitar sustancias que contengan cafeína, por lo menos 6 horas antes de ir a dormir.
  • No fumar al menos en dos horas antes de ir a dormir.
  • No consumir alcohol como mínimo dos horas antes de acostarse.
  • Cenar ligero, pero no ir con hambre a la cama. Tomar algún alimento, con triptófano como la leche.
  • Dormir en una habitación con una temperatura agradable no superior a los 23º y con poca luminosidad.
  • Ir a dormir a la misma hora
  • Evitar mirar pantallas luminosas antes de ir a dormir.

¡FELICES SUEÑOS!


Photo by bruce mars from Pexels

Share by: