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Qué puedo hacer por mi; Cómo abordar los cambios

Trinidad Armenteros • ene 20, 2019

Siguiendo el hilo del inicio del año, de los nuevos propósitos formulados...

Es importante que las intenciones de cambio o de ir hacía nuevas metas en el nuevo año, estén inspiradas en nuestras necesidades internas de mejora de bienestar y no en lo que se nos marca desde fuera, desde el contexto social, laboral o familiar.

Es fundamental para motivarnos, que la decisión tomada sea coherente con nuestros deseos y que llevarlos a cabo, nos aporte gratificación. El trabajar por objetivos coherentes con nuestro pensamiento y nuestra manera de ser nos aporta satisfacción y mejora nuestra autoestima.

El primer paso entonces es descubrir qué quieres. Un buen comienzo puedo ser hacer una lista desde la calma, no de forma impulsiva tras un mal momento. Si la has hecho así, puedes reflexionar sobre lo que has escrito con calma y preguntarte si es lo que quieres. Dedicar un tiempo de reflexión.

Las decisiones ligadas a nuestras necesidades pueden surgir desde la pregunta: ¿Qué necesito? ¿Cómo puedo conseguirlo? ¿Qué puedo hacer por mí para estar mejor?

El siguiente paso, es pasar de lo qué quiero cambiar a lo qué puedo cambiar. Es importante que nuestros objetivos estén ajustados a nuestra realidad vital y a nuestras posibilidades personales. Conocer nuestras capacidades y nuestros límites nos ayudará a decidir mejor el alcance de nuestra posibilidad de cambio y a planificarlo mejor.

Puede que tras pasar tus deseos de cambio por el filtro de lo que es factible, algunos sean posibles de realizar en su totalidad otros tal vez de forma parcial. Todo cambio es positivo por pequeño que sea, siempre aporta.

Si la lista es larga, prioriza, no abordes todos los cambios deseados a la vez, primero uno y luego otro. Empieza por lo más fácil y factible.

Define las acciones que has de realizar para conseguirlo, decide cómo y cuándo las harás. Colócalas en tu rutina de la manera que sea más fácil llevarlas a cabo, hasta que se conviertan en un hábito para ti. Busca la sencillez a la hora de plantear las acciones. Cuanto más sencillo de realizar, más probabilidad de éxito tendrás.

Las decisiones tomadas han de ser evaluadas a medida que las vamos implantando y han de ser susceptibles de ser modificadas según las circunstancias. Con la mirada en nuestro objetivo, podemos valorar que nos está dificultando la puesta en marcha de los cambios decididos y también que nos lo facilita.

Los propósitos de cambio pueden formularse en cualquier momento, en cualquier momento que nuestra vida de señales de necesitar una reflexión sobre nuestra manera de actuar o una modificación. Nunca es demasiado tarde para ser lo que quieres ser.

Para finalizar, esta frase inspiradora para el cambio, atribuida a varios autores:

“Siembras un pensamiento y cosechas una acción; cosechas una acción y siembras un hábito; siembras un hábito y cosechas carácter; siembra un carácter y cosechas un destino


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